¡¡ Yo tengo mi Fidel!!

Desde niño yo tengo mi Fidel. Primero fue la admiración, el orgullo por su obra, la seguridad por tenerlo. Más tarde fue comprender sus ideas, aplicarlas, hacerlas propias.

De adulto fue la convicción de seguirlo, pretender ser de los suyos, de los perseverantes, de los optimistas, de los que no se rinden, de los que saben que la fuerza del pueblo está en su férrea unidad, en su espíritu de lucha.

Hoy Fidel sigue conmigo, a él le confieso mis más íntimas aspiraciones, mis dudas, mis pequeños éxitos.

Él está aquí, conmigo y estará #FidelPorSiempre.