Rodríguez Parrilla: Tenemos que tumbar el bloqueo nosotros mismos
Las consecuencias del bloqueo contra Cuba se evidencian claramente en nuestro país, como nunca antes, en las carencias que enfrenta la población y en muchas facetas de la vida cotidiana que incluyen la generación eléctrica y los apagones, las dificultades para la importación y adquisición de alimentos y medicamentos, la situación del transporte, los altos precios de la inflación, así como el deterioro de otros servicios básicos.
Así lo expresó en conferencia de prensa el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, al presentar ante la prensa nacional y extranjera la actualización del Informe de Cuba sobre los daños ocasionados por el bloqueo, el más prolongado y abarcador de la historia.
Del 1ro. de marzo de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, el bloqueo estadounidense causó daños y perjuicios materiales a Cuba estimados en el orden de los 5 mil 56,8 millones de dólares, lo que significa un incremento de 189,8 millones con respecto a la cifra reportada en el informe anterior.
Esto representa una afectación aproximada de más de 421 millones de dólares mensuales, más de 13,8 millones de dólares diarios, y más de 575 683 dólares en daños por cada hora de bloqueo.
A precios corrientes, los daños acumulados durante más de seis décadas de aplicación de esta política ascienden a 164 141,1 millones de dólares. Si tomamos en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 1 billón 499 mil 710 millones de dólares.
Estos datos desmienten el mito de que el bloqueo no constituye una limitación real para el desempeño de la economía de la Mayor de las Antillas y de responsabilizar a su gobierno de las consecuencias y el daño que el propio bloqueo ocasiona, lo que constituye “un acto deshonesto y de extremo cinismo”, precisó Rodríguez Parrilla.
Como complemento a este sistema coercitivo unilateral está la arbitraria inclusión de Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado de los EE.UU. sobre países supuestamente patrocinadores del terrorismo, que si bien no tiene un impacto práctico al no conllevar medidas económicas, fue “una decisión limitada, que hace aún más confusa e injustificable la permanencia de Cuba en ese listado, en el que nunca debió figurar”, resaltó el canciller cubano.
En este sentido agradeció la más amplia y combativa solidaridad de innumerables amigos - 49 gobiernos, 101 partidos políticos, 66 parlamentos, 426 movimientos de solidaridad y asociaciones de cubanos en el exterior; 25 organismos internacionales, congresistas de EE.UU, así como 123 países en el Consejo de Derechos Humanos, algo inédito en ese órgano, que demandaron en estos meses la salida de Cuba de dicha lista.
El período de análisis también demuestra que las acciones de los EE.UU. se encaminaron a identificar y perseguir las principales fuentes de ingreso de la economía cubana, en aplicación estricta de las disposiciones de la Ley Helms-Burton, incluyendo aquellas que estipulan su alcance extraterritorial.
De igual modo, recalcó que la ofensiva contra el turismo, la alegación de ataques sónicos inexistentes a diplomáticos estadounidenses como justificación para calificar a Cuba como país poco seguro, la persecución de los convenios de cooperación médica internacional, entre otros, responden a un diseño perfeccionado, dirigido a impedir la entrada de los ingresos imprescindibles para atender las necesidades crecientes de la población.
Con respecto a los anuncios del gobierno de los EE.UU. del 28 de mayo de 2024 sobre algunos cambios en el marco regulatorio del bloqueo referido al sector privado, Parrilla aseguró que tampoco modificaron el cuerpo fundamental de esta política.
“Responden al objetivo de fragmentar la sociedad cubana, utilizando al sector privado con fines políticos contra la Revolución y para castigar al sector estatal de la economía”, aseguró.
Todas las dificultades de la sociedad cubana no se deben exclusivamente al bloqueo –reconoció el Ministro de Relaciones Exteriores–, “pero faltaría a la verdad quien no lo identifique como el principal obstáculo para nuestro desarrollo. Ningún país, incluso con economías mucho más prósperas y robustas, podría enfrentar una agresión tan despiadada, asimétrica y prolongada”.
Antes de finalizar, el titular de relaciones exteriores aseveró que “nuestro gobierno trabaja y trabajará sin descanso, unido a nuestro pueblo, en función de estabilizar y recuperar el crecimiento de la economía, a pesar del impacto destructivo y asfixiante del bloqueo, sabiendo que es un desafío colosal fruto de la política cruel unilateral y agresiva de Estados Unidos, pero con la convicción de que el bloqueo lo tenemos que sobrepasar con nuestros propios esfuerzos”.
“Lo hemos hecho antes y podemos hacerlo ahora. Tenemos que tumbar el bloqueo nosotros mismos”, concluyó.
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