
Compartir buenas prácticas para extender el bienestar
«En la medida en que produzcamos más, necesitaremos importar menos alimentos, y el dinero que hoy destinamos a ese fin lo podremos poner en otros sectores», señaló Morales Ojeda. Foto: Jorge Enrique Jerez Belisario
CAMAGÜEY.–Los más de 740 trabajadores del Hospital Gineco-Obstétrico Docente Ana Betancourt son beneficiados como parte de un sistema establecido en Camagüey para brindar servicios, de manera diferenciada, a los empleados del sector de la Salud, lo que ya abarca tres hospitales provinciales.
Para su inauguración, ayer llegó hasta la institución el miembro del Buró Político del Comité Central y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda, quien resaltó la iniciativa de atender a un sector sensible, e instó a mantener la cantidad y la calidad de las ofertas.
Al recorrer la nueva instalación, conoció que la Casa Láctea, además de sus ofertas propias, también elabora comida a partir de encadenamientos con las bases productivas, lo cual permite abaratar los costos y bajar los precios. En el intercambio, conoció sobre la mejoría de los indicadores sanitarios en el territorio respecto al año anterior, incluyendo la tasa de mortalidad infantil, y la aplicación de nuevos protocolos que responden al programa del parto humanizado.
Acompañado por José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, y jefe de su Departamento Agroalimentario, Morales Ojeda llegó también hasta las áreas del polo productivo Ignacio Agramonte, liderado en su mayoría por la Empresa Agroindustrial de Granos Ruta Invasora, en el municipio de Vertientes.
Allí se interesó por el programa para recuperar la totalidad de las tierras productivas: de 268 hectáreas solo restan unas 70 por sembrar de yuca, plátano y boniato, fundamentalmente. «Aquí vinimos hace unos meses, cuando esto estaba en demolición, y ahora volvemos y el plátano está ya pariendo, casi listo para recoger», significó, a la vez que enfatizó en que no puede haber tierra vacía.
«En la medida en que produzcamos más, necesitaremos importar menos alimentos, y el dinero que hoy destinamos a ese fin lo podremos poner en otros sectores; además de que bajarán los precios y se elevará el poder adquisitivo de los cubanos y las cubanas», dijo. Pidió hacer mayor uso de la agroecología para obtener mejores rendimientos en las cosechas, y depender menos de productos importados.
En la finca Santa Teresa, en el municipio cabecera, el miembro del Buró Político recalcó la necesidad de pensar también en el alimento animal, como lo hace el productor Ariel Santana Estrada, quien además de yuca, frutabomba y plátano, tiene un módulo pecuario y 28 vacas que alimenta con los residuos de la producción de la yuca.
Morales Ojeda abordó la necesidad de que estas buenas experiencias se generalicen y no sean la excepción, no solo con los cultivos varios, también con la leche y la carne, dos renglones en los que Camagüey está todavía en deuda.
En el diálogo con Santana Estrada, se preocupó por sus resultados económicos y el de los trabajadores, y concluyó: «Usted es un ejemplo».
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