
A propósito de una carta memorable del Che
Dr. Armando Hart Dávalos
Guardo en lo más profundo de mi corazón el contenido de una carta que el Che me envió el 4 de diciembre de 1965, desde Dar Es Salaam, capital de Tanzania, cuando asumí la función de Secretario de Organización del Partido, que constituye un testimonio excepcional para subrayar la vigencia de sus ideas en los combates ideológicos que tenemos ante nosotros.
El texto íntegro de la carta es el siguiente:
Dar-Es-Salaam, Tanzania (4/XII/1965)
Mi querido Secretario:
Te felicito por la oportunidad que te han dado de ser Dios; tienes 6 días para ello. Antes de que acabes y te sientes a descansar como hizo tu predecesor, quiero exponerte algunas ideíllas sobre la cultura de nuestra vanguardia y de nuestro pueblo en general.
En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya el partido lo hizo por ti y tú debes digerir. Como método, es lo más antimarxista, pero, además, suelen ser muy malos, la segunda, y no menos importante, fue mi desconocimiento del lenguaje filosófico (he luchado duramente con el maestro Hegel y en el primer round me dio dos caídas). Por ello hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituirla base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar. El plan mío es de lecturas, naturalmente, pero puede adaptarse a publicaciones serias de la editora política.
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Si le das un vistazo a sus publicaciones podrás ver la profusión de autores soviéticos y franceses que tiene.
Esto se debe a la comodidad en la obtención de traducciones y seguidismo ideológico. Así no se da cultura marxista al pueblo, a lo más, divulgación marxista, lo que es necesario, si la divulgación es buena (no es este el caso), pero insuficiente.
Mi plan es este:
I Clásicos filosóficos.
II Grandes dialécticos y materialistas.
III Filósofos modernos.
IV Clásicos de la Economía y precursores.
V Marx y el pensamiento marxista.
VI Construcción socialista.
VII Heterodoxos y capitalistas.
VIII Polémicas.
Cada serie tiene independencia con respecto a la otra y se podría desarrollar así:
I. Se toman los clásicos conocidos ya traducidos al español, agregándole un estudio preliminar serio de un filósofo, marxista si es posible, y un amplio vocabulario explicativo. Simultáneamente, se publica un diccionario de términos filosóficos y alguna historia de la filosofía. Tal vez pudiera ser Dennyk y la de Hegel. La publicación podría seguir cierto orden cronológico selectivo, vale decir, comenzar por un libro o dos de los más grandes pensadores y desarrollar la serie hasta acabarla en la época moderna, retornando al pasado con otros filósofos menos importantes y aumentando volúmenes de los más representativos, etc.
II. Aquí se puede seguir el mismo método general, haciendo recopilaciones de algunos antiguos (hace tiempo leí un estudio en que estaban Demócrito, Heráclito y Leucipo, hecho en la Argentina).
III. Aquí se publicarían los más representativos filósofos modernos, acompañados de estudios serios y minuciosos de gente entendida (no tiene que ser cubana) con la correspondiente crítica cuando representen los puntos de vista idealistas.
V. Se está realizando ya, pero sin orden ninguno y faltan obras fundamentales de Marx. Aquí sería necesario publicar las obras completas de Marx y Engels, Lenin, Stalin [subrayado por Che en el original] y otros grandes marxistas. Nadie ha leído nada de Rosa Luxemburgo, por ejemplo, quien tiene errores en su crítica de Marx (III tomo) pero murió asesinada, y el instinto del imperialismo es superior al nuestro en estos aspectos. Faltan también pensadores marxistas que luego se salieron del carril, como Kautzky y Hilfering (no se escribe así) [Che hace referencia al marxista austríaco Rudolf Hilferding] que hicieron aportes y muchos marxistas contemporáneos, no totalmente escolásticos.
VI. Construcción socialista. Libros que traten de problemas concretos, no solo de los actuales gobernantes, sino del pasado, haciendo averiguaciones serias sobre los aportes de filósofos y, sobre todo, economistas o estadistas.
VII. Aquí vendrían los grandes revisionistas (si quieren pueden poner a Jruschov), bien analizados; más profundamente que ninguno, y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió, según parece.
Además, grandes teóricos del capitalismo como Marshal, Keynes, Schumpeter, etc. También analizados a fondo con la explicación de los porqué.
VIII. Como su nombre lo indica, este es el más polémico, pero el pensamiento marxista avanzó así. Proudhon escribió Filosofía de la miseria y se sabe que existe por la Miseria de la filosofía. Una edición crítica puede ayudar a comprender la época y el propio desarrollo de Marx, que no estaba completo aún. Están Robertus y Dürhing en esa época y luego los revisionistas y los grandes polémicos del año 20 en la URSS, quizás los más importantes para nosotros.
Ahora veo que me faltó uno, por lo que cambio el orden (estoy escribiendo a vuela pluma).
Sería el IV, Clásicos de la economía y precursores, donde estarían desde Adam Smith, los fisiócratas, etc.
Es un trabajo gigantesco, pero Cuba lo merece y creo que lo pudiera intentar. No te canso más con esta cháchara. Te escribí a ti porque mi conocimiento de los actuales responsables de la orientación ideológica es pobre y, tal vez, no fuera prudente hacerlo por otras consideraciones (no sólo la del seguidismo, que también cuenta).
Bueno, ilustre colega (por lo de filósofo), te deseo éxito. Espero que nos veamos en el séptimo día. Un abrazo a los abrazables, incluyéndome de parada, a tu cara y belicosa mitad.
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A más de cuatro décadas de su caída pienso que la mejor manera de honrar al Che es extrayendo algunas conclusiones sobre cómo y por qué la historia le ha dado la razón. Guiado por este propósito me atrevo a exponer algunas ideas derivadas de la experiencia adquirida en estos 50 años en la Revolución de Fidel teniendo siempre presentes sus consejos y ejemplo.
A propósito del programa de estudio que el Che concibió para promover en el partido y en el pueblo una cultura marxista subra- yo la necesidad de repasar los textos originales de Marx, Engels y Lenin sobre los temas del materialismo histórico y del socialismo. Recuerdo que frente a determinadas desviaciones que él percibía en la URSS recomendó regresar al punto de partida. Ilustró su punto de vista con el ejemplo de un aviador que pierde el rumbo y que trata de recobrarlo en pleno vuelo pero sin retornar al punto de partida: este sería el origen de múltiples aberraciones.
Ha sido mucha la tergiversación y escamoteo que se produjo en el siglo xx del verdadero pensamiento de Marx, Engels y Lenin y sus ideas sobre lo que debía ser el socialismo que hoy se impone como una exigencia práctica e ir directamente a sus textos origina- les. El propio Che se refiere en la carta que me dirigiera a los ladri- llos soviéticos aludiendo a los manuales y su método antimarxista.
Asistimos hoy a una situación cargada de peligros y confron- taciones pero también de esperanzas y de luchas por un mundo mejor. El imperialismo y su sistema de dominación mundial pre- senta síntomas de crisis profunda y agotamiento. Hoy no tiene fuerza para imponer un sistema de Derecho porque carece de la ética y de la cultura necesarias para ello. Está echando por la borda los principios éticos, jurídicos y políticos en los que dijo sustentarse el sistema capitalista.
El socialismo tiene que encontrar el camino de la ética, del derecho, para poder avanzar hacia una sociedad en que impere la igualdad de todos los hombres sin excepción. Es sobre el funda- mento del método electivo de la tradición filosófica cubana de principios del siglo xix, que podemos alcanzar esta síntesis, solo así se creará un nuevo pensamiento filosófico orientando la prác- tica política. Esto se fundamenta en el principio de Luz y Caballero "Todos los métodos y ningún método, he ahí el método", y "Todas las escuelas y ninguna escuela, he ahí la escuela".
La cuestión es encontrar lo mejor que hayan sustentado los grandes sabios, sintetizarlo y volcarlo hacia el ideal socialista. No queremos más istmos que debilitan la actividad creadora del hom- bre. Sepamos que los sabios no son dioses que todo lo resolvieron adecuadamente. Son gigantes, descubrieron verdades esenciales que conducen a descubrir otras verdades que ellos, en su tiempo, no podían encontrar. Las verdades de los sabios, llámense Einstein, Newton, Marx, Aristóteles, etc., o llámese también Che Guevara, son peldaños que nos permiten acceder a nuevos planos que se presentan en la realidad. Esto es, afirmarse en el pensamiento del Che Guevara, de Marx, Engels, Lenin, Martí y de todos los grandes pensadores de la historia universal. Hay que desterrar definitiva- mente la interpretación dogmática del pensamiento de Marx y Engels que lo convierten en una doctrina cerrada. Hay que consi- derarlo, como ya hemos señalado, un método de investigación, un método de estudio, o una guía para la acción. Estos sabios no pretendieron nunca trazar pautas para asuntos sobre los cuales ellos no tenían información debida.
Articular las ideas de Marx, Engels, con las de Martí y las de todos los próceres y pensadores de Nuestra América nos facilita- rá encontrar los fundamentos de la relación entre lo que se llamó subjetivo y lo que se denominó objetivo y, por tanto, lo más radi- cal y profundo del pensamiento filosófico del Che.
Por último, subrayo un pensamiento de Carlos Marx que esti- mo sea la mejor respuesta que le demos a Guevara en el orden de su aspiración a vincular el pensamiento de Marx, Engels y Lenin con la revolución latinoamericana. Marx sostenía que la poesía de la revolución europea del siglo xix solo podía generarse desde el futuro, y señaló:
Entonces no habrá dudas de que el mundo ha poseído durante largo tiempo el sueño de una cosa, de la cual solo le basta la conciencia para poseerla realmente. Entonces no habrá duda de que el problema no lo constituye el abismo que se abre entre los pensamientos del pasado y los del futuro, sino la realización de los pensamientos del pasado.
Se puede observar cómo el Che, en un diálogo cordial, emplea la broma y la ironía. Cuando dice: "Un abrazo a los abrazables, incluyéndome de pasada, a tu cara y belicosa mitad", se refiere a Haydée Santamaría, a quien él apreciaba mucho. Al principio de su carta expresa: "Te felicito por la oportunidad que te han dado de ser Dios; tienes 6 días para ello", se refiere al hecho de que yo había sido promovido de Ministro de Educación a Secretario de Organización del Partido. También me decía: "Espero que nos veamos el séptimo día". Le respondo ahora, marchando ya por los finales de ese camino, que lo de "filósofo" solo lo acepto, como dijo Gramsci, porque todo hombre puede serlo si realiza los análisis críticos en relación con las verdades del sentido común.
Hoy, desde el sexto día, quiero terminar con una verdad del sentido común: hay que estudiar esta carta del Che para saber lo que fue para los revolucionarios cubanos el llamado "socialismo real", que por no serlo objetivamente, pereció. Y finalizo con esta conclusión:
El Che es fuente de la poesía que necesita el siglo xxi porque desde hace más de cuatro décadas alumbró con el ejemplo de su vida el sueño de una cosa que el mundo necesita asumir como conciencia para realizar los ideales de libertad, de justicia, de prosperidad para todos.
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