Peregrinan en La Habana para rendir homenaje a las víctimas del crimen de Barbados
En la necrópolis de Colón jóvenes, deportistas, familiares de las víctimas, autoridades del Partido y el Gobierno y una representación del pueblo capitalino, peregrinan hasta el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, lugar donde reposan los pocos restos que fueron rescatados en aquel octubre de 1976.
Habían pasado escasos minutos del despegue de la aeronave de Cubana de Aviación -el vuelo CU-455 de Barbados rumbo a Jamaica para luego continuar a La Habana-, cuando dos explosiones precipitaron la aeronave al mar.
El odio y la cobardía cercenaron la vida de 73 personas: 57 cubanos, 11 guayaneses y 5 norcoreanos, a los que cada 6 de octubre el pueblo de Cuba rinde sentido tributo.
Ofrendas del General de Ejército Raúl Castro Ruz, del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; del Consejo de Estado y del pueblo de Cuba, fueron depositadas en esta jornada, en la que 48 años después la injusticia sigue temblando.
Entre los presentes, la miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefa de su Departamento de Atención a los Servicios, Yudí Mercedes Rodríguez Hernández, el ministro del transporte Eduardo Rodríguez Dávila y el presidente del INDER, Osvaldo Vento Montiller.
Sobradas son las pruebas que colocan a la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) como financista de este horrendo crimen. Esa institución responde a las administraciones yanquis que, además de bloquear al pueblo cubano, cínicamente colocan a nuestro país en la espuria lista de patrocinadores del terrorismo.
Este no ha sido el único acto cometido contra Cuba patrocinado desde Estados Unidos. Así lo recordó la medallista olímpica Yarisleidis Cirilo, quien rememoró los 3 478 compatriotas víctimas mortales del terrorismo y los 2 099 discapacitados por ese flagelo.
"Somos víctimas y no agresores", afirmó Cirilo, a las vez que citó al Comandante en Jefe cuando acuñó, al referirse a los 24 atletas del equipo de esgrima que viajaban en el CU-455, que sus medallas de oro no yacen en el fondo del océano, se levantan ya como soles sin mancha y como símbolos en el firmamento de Cuba.
Cada 6 de octubre la injusticia tiembla, este pueblo enérgico y viril continúa llorando a sus mártires y se mantiene firme en su lucha contra el terrorismo, ese que se sigue alentando desde el Imperio yanqui, mientras gasta millones en campañas difamatorias contra Cuba y su pueblo.
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