
Condenadme, no importa, la historia me absolverá
La dictadura batistiana mantenía a Cuba sumida en la explotación, con altos niveles de analfabetismo, pobreza extrema y desigualdades sociales. Después del asalto, muchos combatientes fueron asesinados o apresados mientras intentaban llegar a la Sierra Maestra para continuar la lucha. Fidel y otros acusados fueron juzgados en la causa No. 37 de 1953, comenzando el 21 de septiembre en Santiago de Cuba. Fidel fue aislado y procesado el 16 de octubre, día en que se le dictó sentencia en una sala del Hospital Civil "Saturnino Lora".
Como abogado y acusado, Fidel denunció las irregularidades del proceso judicial, afirmando que nunca había visto el sumario ni había tenido comunicación con el exterior durante su encierro. Su alegato, titulado "La Historia Me Absolverá", se convirtió en un documento emblemático que trascendió el juicio, a pesar de los intentos del régimen por silenciarlo. Durante su reclusión en el "Presidio Modelo" de Isla de Pinos, utilizó técnicas de escritura invisible para sacar información de la cárcel, logrando que el documento se publicara en 1954.
El alegato abordó los males que aquejaban a la nación, como la falta de acceso a la tierra, la industrialización, la vivienda, el desempleo y la educación, además de las precarias condiciones de vida de los pequeños agricultores y la alta renta que debían pagar. Este folleto se convirtió en un importante manifiesto político para la lucha contra la tiranía, denunciando los intentos del régimen por eliminarlo y esbozando un programa de medidas a implementar tras el triunfo revolucionario.
El alegato de Fidel se convirtió en material de estudio en el sistema educativo cubano y fue traducido a varios idiomas, resonando en otros países como un símbolo de lucha por la justicia. En su defensa, Fidel se proclamó autor intelectual del asalto al Moncada, citando a Martí como el verdadero inspirador de la Revolución. A pesar de ser un acusado, se presentó como líder del movimiento, exigiendo su derecho a defenderse.
Durante el juicio, Fidel destacó los crímenes del régimen y la necesidad de reivindicar la memoria de Martí. Su intervención fue interrumpida por el fiscal, pero continuó exponiendo los lineamientos de su programa político, que incluía la lucha por un futuro mejor para el pueblo cubano. Con su famosa frase "Condenadme, no importa, la historia me absolverá", Fidel dejó claro que su lucha era por la libertad y la justicia.
Tras su condena a 15 años de prisión, Fidel continuó trabajando desde la cárcel, organizando y preparando a sus compañeros para la lucha revolucionaria. Fue liberado en mayo de 1955 debido a la presión popular y comenzó a agitar nuevamente en las calles, fundando el Movimiento 26 de Julio para continuar la lucha contra la tiranía.
En julio de 1955, ante la imposibilidad de seguir luchando por medios legales, Fidel se exilió en México, donde organizó un nuevo esfuerzo revolucionario. La historia del juicio y el alegato de Fidel Castro se convirtieron en hitos fundamentales en la narrativa de la Revolución Cubana, marcando el inicio de un proceso que transformaría radicalmente la sociedad cubana.
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