El Partido de Martí, esencia de la Revolución cubana.

“(…) Para lograr, con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la Isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico” nace el 10 de abril de 1892 el Partido Revolucionario Cubano (PRC).

Para muchos conocedores de la historia, la fundación del PRC fue la culminación en el exilio de la obra organizativa de José Martí para la Guerra Necesaria. En aquel momento el Apóstol tenía solo 39 años.

Para proponer al nuevo Partido como órgano de dirección superior de la Revolución que se venía forjando, Martí concibió una estructura apegada a los principios independentistas con métodos abocados al respeto de la democracia. El PRC, tal como recogía su documento fundacional, establecía las bases principales de “un pueblo nuevo y de sincera democracia”, con métodos que desterraban las prácticas autoritarias en lo político y económico.

Por otra parte, salía a la luz del periódico “Patria” en Nueva York, el 14 de marzo de 1892, y este era otro paso de trascendental importancia en el cumplimiento de las acciones encaminadas a lograr la unificación en el proceso de formación del nuevo Partido.

El papel del Partido Revolucionario Cubano como catalizador de fuerzas en la concepción, organización y forja de unidad para la Revolución es innegable; pero la organización política que había soñado Martí fue disuelta en 1898, justo al final de la Guerra Necesaria y con la intervención estadounidense a la Isla.

En esta etapa y según explica la historia,  el programa neocolonial pasó a una etapa de disolución de todos los órganos representativos del movimiento independentista, principalmente el Ejército Libertador y el Partido Revolucionario Cubano, como premisa indispensable para instaurar en Cuba una colonia con el falso nombre de república independiente.

Del Partido de Martí al de Mella y Carlos Baliño se pueden avizorar esencias comunes, este último, el Primer Partido Comunista de Cuba, tomo los paradigmas principales que había propuesto el Apóstol en la construcción de una organización legitima para los cubanos.

Más tarde Fidel y los revolucionarios cubanos conceptualizaron al Partido Comunista de Cuba como rector de la sociedad socialista cubana. Se unían los dos paradigmas de estos más de 150 años de lucha: La lucha por la independencia y la lucha por la revolución social.